Un día por aquí...

Eh, qué pasa!? Me llamo Antonio y soy de Granada, la ciudad de la fiesta. Bueno, es mi primera vez en el CAMPO DE TRABAJO, y la verdad es que el primer día llegué más tarde que todos y no veas que paranoia. Por un momento creí que no me iban a recoger, que me había confundido de sitio, pero llamé y se me quitaron los agobios y me recogieron, al principio estuve avergonzado con el grupo, pero yo soy muy rápido adaptándome en los grupos.
Como compañero me ha tocado Jonathan, es sordomudo, y la verdad es que yo soy muy parlante y cansino, ¿será un castigo divino? ¿Para que no hable tanto? Pero es un tío muy “apañado” y lucho día a día porque tengamos una conversación en la que me entienda, pero él es un buenazo y yo soy muy optimista y creo que no habrá problemas.
La verdad es que para ser mi primera vez en un CAMPO DE TRABAJO me está gustando y espero ir a más, pero vamos que esto no tiene comparación con un campamento de verano, porque aquí te dan mucha autonomía y te hacen ser muy solidario. Los monitores son de escándalo, así deberían de ser todos. Bueno esto es fantástico y la verdad con la gente que hay, cuatro palos y un toldo para el sol, a uno se le enternece el corazón.

Un saludo de Antonio Manuel Vior