viernes, 23 de julio de 2010

Bueno llevamos ya casi una semana en el campo y todo va sobre ruedas (nunca mejor dicho jeje). Quiźa un poquito cansados físicamente pero con muchas ganas de implicarnos emocionalmente. Y es que en esta experiencia hasta al más duro le tocan la fibra sensible. Y no me refiero únicamente a la conexión que hay entre todos los participantes, sino a las reflexiones que todo esto nos provoca. Una de las cosas que más me llama la atención es los diferentes puntos de vista que tienen las personas afectadas, los familiares, los voluntarios, los habitantes...sobre la discapacidad. Evidentemente cada uno afronta esta situación como mejor considera pero desde una opinion critica creo que hay algunos afrontamientos que son más positivos que otros. Quiero decir, que hay muchas personas que tienden a tratar con infantilismo a las personas con discapacidad, cuando la mayoria de ellos son personas maduras que pueden comporatarse como tal. Y digo pueden porque a veces somos precisamente los demás quienes les otorgamos la discapacidad. Cómo bien decía el padre de una de nuestras compañeras, el afán de superación es el que te hace romper con tus límites y hacer cosas que no te hubieras imaginado (o que los demás no se hubieran imaginado) que podrías conseguir.

Un abrazo, Maria Jesús (Murcia)

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