Finalmente, el pasado día 2 de agosto,
concluimos esta maravillosa experiencia con una merienda tanto con los usuarios
con los que hemos tenido el placer de compartir estos días como con sus
familiares. La merienda tuvo lugar en la
residencia universitaria en la que durante estos días los voluntarios nos hemos
alojado. En esa tarde fueron muchas las emociones que se vivieron, los
sentimientos estaban a flor de piel. Han sido quince días en los que hemos podido
aprender mucho de estas personas, quince días inolvidables.
La tarde concluyó entre bailes y bailes y
con una rueda de despedida en la que tanto voluntarios, como usuarios y sus
familiares pudimos compartir unas breves palabras sobre esta experiencia. Sin
más, nos despedimos… ¡Esperamos poder veros nuevamente muy pronto! ¡Ha sido
todo un placer coincidir y vivir juntos algo tan maravilloso!
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