Cuando uno nace no sabe dónde ni en el contexto en el que se va a desenvolver su vida...
Es después, a los pocos años, cuando se empieza a descubrir como eres, se comienza a aprender a reconocerte en el espejo, pero también se empieza a aprender que tu mano izquierda no funciona como la derecha, que no puedes caminar, que los demás, los más cércanos a ti, no entienden lo que les quieres decir, no entienden tu lenguaje...
Pero algo más, mucho más, es un tanto largo después, cuando te das cuenta que aquello que se le llama “Sociedad” te clasifica y te otorga la categoría de “DISCAPACITADO” (utilizando un término incorrecto, porque nadie es discapacitado, a lo sumo, las personas pueden tener algún tipo de discapacidad, pero nunca, jamás, una PERSONA es discapacitada).
Y vas aprendiendo... y te das cuenta, porque “tonto” no eres, que esa estructura, la “Sociedad”, no te incluye, no te tiene en cuenta, y no dejas de notar que se te deja atrás...
Y aparece en tu vida: “El no puedes”, “el ¿tú al colegio? para qué”, “el aquí no es un sitio para ti”, “el no me hago cargo tuyo porque eres mucha responsabilidad”, “El no porque te vaya a caer por las escaleras...”
Y aprendes a dar respuesta, a darte a ti mismo la respuesta que no te quieren dar los demás... Aprendes a LUCHAR: No te des por vencido, no te abandones, no te dejes en un rincón...Y empiezas a caminar, empiezas a ponerte en camino... Y Luchas, y hay rechazos, ignorancias, incomprensiones... y sigues luchando... y logras y vences, y aquellos que no te entendían, que no apostaban por ti, “te felicitan” y te dicen: “! Cómo iba yo a creer que tú...! Y aprendes y comprendes que eres a modo de una caja de regalo con un envoltorio demasiado “llamativo”, extremadamente evidente, tanto que se llega a convertir en una frontera impenetrable que impide a toda costa que se te pueda REALMENTE VER. Y todos somos demasiado de creer en lo “que vemos y tocamos...” y así nos quedamos en las afueras de todo y de todos, y lo peor, lo demasiado peor, lo extremadamente peor es que nos quedamos en las afueras de LAS PERSONAS, y qué pasa, pues que hacemos que por “narices” mi EXISTIR y mi Vida se acoplen a tus esquemas, a lo que tú piensas, porque claro, tú no te tienes que replantear nada, soy yo, el envoltorio y por el envoltorio, el que me tengo que replantear...
Pero he aprendido, continúo aprendiendo, a no ser coartado, a no tener miedo, a no darme por vencido...
Sí, algo puedo dar, algo puede brotar de mí: mi arma, mi psicología, Una Luz de Sabiduría... un saber y poder Elegir:
Elige creer
en lugar de dudar.
Elige esperar
en lugar de abatirte.
Elige crecer
en lugar de consumirte.
Elige actuar
en lugar de aplazar.
Elige perseverar
en lugar de renunciar.
Elige intentar, una y otra vez,
en lugar de derrotarte.
Elige avanzar
en lugar de encallarte.
Elige intentar
en lugar de desfallecer.
Elige ponerte de pie
en lugar de caer.
Elige vencer
en lugar de perder.
Elige fructificar
en lugar de aprisionarte.
Elige esforzarte
en lugar de flaquear.
Elige confiar
en lugar de temer.
Elígete a ti
en lugar de cuestionarte.
Es mí respuesta, hacía mí mismo y también y sobre todo hacía esa estructura de la que se dice que es la Sociedad, se dice.. sólo se dice, porque ella aún no se da cuenta de que también OTROS MUCHOS, en ella, ESTAMOS, aún sin ser visto, escuchados… Aún siendo invisibles: ESTAMOS.
Es después, a los pocos años, cuando se empieza a descubrir como eres, se comienza a aprender a reconocerte en el espejo, pero también se empieza a aprender que tu mano izquierda no funciona como la derecha, que no puedes caminar, que los demás, los más cércanos a ti, no entienden lo que les quieres decir, no entienden tu lenguaje...
Pero algo más, mucho más, es un tanto largo después, cuando te das cuenta que aquello que se le llama “Sociedad” te clasifica y te otorga la categoría de “DISCAPACITADO” (utilizando un término incorrecto, porque nadie es discapacitado, a lo sumo, las personas pueden tener algún tipo de discapacidad, pero nunca, jamás, una PERSONA es discapacitada).
Y vas aprendiendo... y te das cuenta, porque “tonto” no eres, que esa estructura, la “Sociedad”, no te incluye, no te tiene en cuenta, y no dejas de notar que se te deja atrás...
Y aparece en tu vida: “El no puedes”, “el ¿tú al colegio? para qué”, “el aquí no es un sitio para ti”, “el no me hago cargo tuyo porque eres mucha responsabilidad”, “El no porque te vaya a caer por las escaleras...”
Y aprendes a dar respuesta, a darte a ti mismo la respuesta que no te quieren dar los demás... Aprendes a LUCHAR: No te des por vencido, no te abandones, no te dejes en un rincón...Y empiezas a caminar, empiezas a ponerte en camino... Y Luchas, y hay rechazos, ignorancias, incomprensiones... y sigues luchando... y logras y vences, y aquellos que no te entendían, que no apostaban por ti, “te felicitan” y te dicen: “! Cómo iba yo a creer que tú...! Y aprendes y comprendes que eres a modo de una caja de regalo con un envoltorio demasiado “llamativo”, extremadamente evidente, tanto que se llega a convertir en una frontera impenetrable que impide a toda costa que se te pueda REALMENTE VER. Y todos somos demasiado de creer en lo “que vemos y tocamos...” y así nos quedamos en las afueras de todo y de todos, y lo peor, lo demasiado peor, lo extremadamente peor es que nos quedamos en las afueras de LAS PERSONAS, y qué pasa, pues que hacemos que por “narices” mi EXISTIR y mi Vida se acoplen a tus esquemas, a lo que tú piensas, porque claro, tú no te tienes que replantear nada, soy yo, el envoltorio y por el envoltorio, el que me tengo que replantear...
Pero he aprendido, continúo aprendiendo, a no ser coartado, a no tener miedo, a no darme por vencido...
Sí, algo puedo dar, algo puede brotar de mí: mi arma, mi psicología, Una Luz de Sabiduría... un saber y poder Elegir:
Elige creer
en lugar de dudar.
Elige esperar
en lugar de abatirte.
Elige crecer
en lugar de consumirte.
Elige actuar
en lugar de aplazar.
Elige perseverar
en lugar de renunciar.
Elige intentar, una y otra vez,
en lugar de derrotarte.
Elige avanzar
en lugar de encallarte.
Elige intentar
en lugar de desfallecer.
Elige ponerte de pie
en lugar de caer.
Elige vencer
en lugar de perder.
Elige fructificar
en lugar de aprisionarte.
Elige esforzarte
en lugar de flaquear.
Elige confiar
en lugar de temer.
Elígete a ti
en lugar de cuestionarte.
Es mí respuesta, hacía mí mismo y también y sobre todo hacía esa estructura de la que se dice que es la Sociedad, se dice.. sólo se dice, porque ella aún no se da cuenta de que también OTROS MUCHOS, en ella, ESTAMOS, aún sin ser visto, escuchados… Aún siendo invisibles: ESTAMOS.
Milagros
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