En estas dos semanas hemos
recibido cuatro clases formativas sobre diferentes aspectos relacionados con
las personas con diversidad funcional: sexualidad y sexo, conceptos básicos de
discapacidad, derechos de los discapacitados y ocio y tiempo libre en la
discapacidad.
Dichas sesiones nos han conducido
a una doble reflexión: Para ofrecer una atención de calidad a nuestros
participantes sirve de gran ayuda contar con información teórica que nos
capacite para abordar el ámbito de la práctica. Sin embargo, en la educación
oficial que toda persona debe cursar, gran parte de los aspectos relacionados
con la diversidad funcional se omite.
¿Cómo se va a mejorar la calidad
de vida de un colectivo de personas sin hacerles visibles?
Todos debemos exigir ser
escuchados y ser tenidos en cuenta. Si no contamos con las capacidades necesarias para subir un 3.000 quizá las tengamos para subir un 1.000 o quizá
no, pero seguro que contamos con habilidades para otro tipo de actividad. Es
importante hacerse escuchar para reclamar actividades y formas de vida a las
que nos podamos adaptar.
Cada uno de los participantes del
campo precisamos de unas necesidades (no vitales) determinadas. Uno puede
necesitar que le den la mano para desplazarse, otro que le acompañen al
servicio, otro que le animen a bailar, etc.
Somos individuos únicos que
compartimos la capacidad de amar, así que a estimularla día a día!!!
Sandra Brum y Nerea Remón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario